El próximo viernes 19 de febrero a las 19,30 participaré en Querencias, la construcción de otros afectos, un espacio de reflexión organizado por la librería La Vorágine, de Santander. 

Estoy muy contenta de que me hayan pedido participar en un ciclo donde también estarán presentes personas a las que admiro, como Juan Carlos Pérez, Corla Herrera, Laura Latorre o Patricia Manrique.

Con la excusa de presentar mi último libro Todo eso que no sé cómo explicarle a mi madre. (Poli)amor, sexo y feminismo, hablaremos de afectos, de sexualidad, de feminismo y de lo que gustéis. ¡Qué circule el pensamiento crítico!

Será un evento semi-presencial: unas pocas personas afortunadas podrán seguirlo directamente desde La Vorágine y el resto (incluida yo) lo haremos a través de una pantalla. ¡Pero no por eso con menos ganas!

Os copio a continuación la descripción del evento. Es necesaria la preinscripción a través del siguiente enlace. ¡Nos vemos el 19! 

QUERENCIAS, LA CONSTRUCCIÓN DE OTROS AFECTOS III
SANDRA BRAVO «TODO ESO QUE NO SÉ CÓMO EXPLICARLE A MI MADRE»

Uno de los principales pilares que sostiene este sistema inhumano es la forma en la que nos relacionamos (en lo afectivo, lo familiar, lo militante). Aprendemos a repartir afectos construyendo jerarquías, estableciendo desigualdades y perpetuando maltratos varios. Por eso arrancamos con este ciclo Querencias, la construcción de otros afectos en un febrero simbólico por su 14 cada vez más cuestionado. Queremos generar pequeños espacios de reflexión y debate con personas que llevan tiempo pensando cómo romper con las dinámicas propias de un patriarcado que anhela sobrevivir a través nuestro.

Tercera sesión. Todo eso que no sé como explicarle a mi madre, con Sandra Bravo.

Todo eso que no sé cómo explicarle a mi madre es un ensayo en el que Sandra aborda sus dudas e inquietudes sobre el (poli)amor, la sexualidad o el feminismo, partiendo de su experiencia personal. «Con 8 años le rogué a la Virgen María que me guardara un hombre casto y puro como futuro marido y padre de mis hijos. Ahora dedico gran parte de mi tiempo a cuestionar el sistema monógamo y heteropatriarcal en el que vivimos.» Así que, partiendo de sus inicios y abordando sus muchos nudos, no llega a ningún desenlace ni respuesta universal, pero confronta preguntas e invita a pensar de manera crítica. Porque aceptar la normatividad impuesta supone excluir a quien menos privilegios tiene. Y para amarnos más y mejor es necesario que cualquier persona tenga acceso a los afectos.