Hoy he descubierto, gracias a Noemí Casquet, esta campaña publicitaria que utiliza el poliamor como gancho para que compremos más. Hace unos días estuve en la charla de Valérie Tasso que anuncié en esta misma página (interesantísima) y ella comentó una cosa muy interesante: que el capitalismo, como ha hecho con todo lo que se sale de la norma, acabará “asimilando” el poliamor para que deje de ser una corriente alternativa que pueda dañar el statu quo.
Hay quien opina que el hecho de que el poliamor “esté de moda”, que se hable de él en los medios generalistas e incluso en campañas de publicidad como esta es positivo porque normaliza este tipo de relaciones no convencionales y ayuda a darles visibilidad. Pero muchas otras personas lo critican duramente por suponer una mercantilización de las relaciones y porque, volviendo al ejemplo en cuestión, se comparan sentimientos y personas con mercancías y consumismo.
Vosotros cómo lo veis, ¿creéis que es aceptación y normalización o puro interés capitalista y cinismo? ¿Es positivo hablar del poliamor y otras formas de no monogamia a toda costa o se debe “reservar” este debate a esferas más cultas y elevadas?