Juan Carlos Pérez Cortés: «Ver la anarquía relacional como una identidad es casi un oxímoron»
He tenido el honor de poder entrevistar a Juan Carlos Pérez Cortés, autor de Anarquía relacional. La revolución desde los vínculos, el único monográfico sobre anarquía relacional escrito hasta la fecha en cualquier idioma.
En este libro, cuya lectura no puedo más que recomendar, Juan Carlos desmenuza la anarquía relacional, aportando numerosos enfoques, puntos de vista, contexto histórico e información práctica sobre activismos y visibilidad de esta política de vida.
A lo largo de nuestra conversación le planteo a Juan Carlos algunas de las preguntas que me surgieron a partir de la lectura de su libro, así como otras propias del momento. En esta ocasión he modificado el que era mi habitual modus operandi en estos casos. En vez de grabadora y transcripción literal, aquí tenéis el vídeo íntegro de nuestra charla por videoconferencia Espero que os guste y os haga reflexionar.
Aunque esta vez no hay texto de la entrevista, os dejo aquí algunas de las ideas que Juan Carlos apunta a lo largo del debate:
- Mucha gente no se plantea cómo relacionarse, sino con cuánta gente relacionarse.
- En las no monogamias se multiplica el concepto de relación estándar. Se adapta, para que no colisione con el hecho de que sea múltiple, de que sea no exclusiva, pero no se cambia de partida y no se deja de binarizar ni de establecer esa dicotomía entre íntimo y no íntimo. Por eso al final es calcar un poco lo de siempre y multiplicarlo.
- Si no binarizamos, nos estamos relacionando sí o sí con muchas personas.
- La anarquía relacional es un marco muy transversalizador. Transversaliza las relaciones, no las iguala ni las homogeniza ni nada por el estilo. Y yo planteo que con el Deseo podría darse algo parecido.
- Yo solo creo que tiene sentido meterse en deconstrucciones o en cambios si realmente los necesitamos. Si tú estás cómodo en tu funcionamiento estándar, meterte aquí va a ser un follón y no sé si vale la pena.
- Ver la anarquía relacional como una identidad es casi un oxímoron, porque la anarquía precisamente lo que pretende es librarse de esa normatividad cerrada. Si construimos una nueva normalidad, que es la que nos da la de cinturón negro del anarquista relacional, estamos cayendo en una contradicción. Yo planteo substituir esa idea de identidad por la idea de sensibilidad.
Podéis dejar vuestras reflexiones en comentarios.
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